La Colegiata
Conoce La Colegiata, una impresionante Iglesia Barroca llena de historia de la Abadía del Sacromonte.
Descripción
En el complejo monumental de la Abadía del Sacromonte se alza la Iglesias Barroca dedicada a la Asunción.
Nos encontramos en el paseo por la Abadía con un edificio dividido en una planta de cruz latina, con un amplio espacio monumental que se abre en tres naves, una nave central y dos laterales con menor altura y una capilla Mayor, donde en la parte superior y sus pies se ve el Coro, recordándonos a las grandes Iglesias y Catedrales.
Es de destacar para el viajero los impresionantes retablos, el central que se enaltece en su forma circular, recubriendo y albergando los testeros en pan de oro, típico del siglo XVIII, que acoge el Sagrario. Y los dos retablos más pequeños a los lados, con las figuras de los Santos Mártires en cuyos pies se guardan con cuidado sus propias reliquias.
El Cristo de los Gitanos se conserva en la La Colegiata
Las bóvedas que cubren las naves y las capillas tanto centrales como laterales se sustentan sobre columnas que nos son indiferentes ante la belleza de este lugar, ya que, entre ellas, en sus muros, se encuentran numerosas pinturas y esculturas de gran valor artístico.
Paseando por la Colegiata, como se le conoce a esta Iglesia, encontramos al fondo la figura del Cristo del Consuelo, hoy más conocido como “Cristo de los Gitanos”, que aporta una gran entidad al lugar, no sólo por el fervor y la pasión que despierta esta escultura entre los fieles de Granda, si no porque es obra del famoso escultor José Risueño, quien lo esculpió 1695 por encargo del Cabildo de la época, y quien hizo la obra con unas características destacables que en la visita se aprecian.
En esta iglesia Barroca se encuentra la figura de María Santísima del Sacromonte
Esta escultura de Cristo Crucificado está acompañada en todo momento por María Santísima del Sacromonte, en su capilla hacen que los fieles se acerquen a rezar.
Destacar también la Sacristía, cuya estructura rectangular está marcada por una Mesa al centro de Cálices con incrustaciones de gran belleza.
En el Altar Mayor, donde siempre aparecen flores colocadas con cuidado y esmero, no podemos pasar por alto la Capilla del Fundador, Don Pedro de Castro, quien yace en un mausoleo sobre el que está la escultura orante del mismo.
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